AQUELLOS EMIGRANTES

Por:

Andrés Hernández Pozo - (Melilla)

 

 

 

 

"Cuando salí de mi tierra
Volví la cara llorando...."

 

... Y en la maleta también se iba la voz de Valderrama junto a la foto de la madre, envuelta en la camisa blanca del domingo.

   Alemania y Suiza. Melilla también mandó sus hijos a la emigración. Albañiles, carpinteros, forjadores, electricistas..., jóvenes y maduros. Maestros y aprendices, salieron en bandadas en busca de un sueldo mejor, porque la patria no podía dárselos. Salieron con la nobleza propia del trabajador, y con esa nobleza respondieron cuando otros vientos sonaron a sus oídos. "Yo estoy aquí bien pero Melilla, será siempre Melilla…” Desde Alemania, Suiza, Francia, venían dedicaciones de discos en Radio Juventud.

 

"Adiós mi España querida
Dentro de mi alma te llevo metida..."

 

   Jamás preguntaron por qué se fueron. Aguantaron la nieve, la soledad y la desconsideración, pero no tomaron revancha. Fueron castos hasta el ejemplo, que hizo pensar a muchos de los que aquí se quedaron, con los sobres repletos y todos los privilegios de una España mutilada, deforme y egoísta que había algo por encima de la guerra y de la paz. Del tener o no tener. Del mando y de la obediencia. Algo que solo poseían aquellos que cuando llegaba el momento lo demostraban. Algo parecido a la oración y que los curas jamás enseñaron en las iglesias. El poder de hacer Patria, junto al poder de tener Dios. Porque ellos eran la Patria, por que en ellos estaba Dios.

 

"Aunque sea un emigrante
Jamás en la vida
Yo podré olvidarte..."

 

 

    ANDRÉS HERNÁNDEZ POZO - MELILLA - Escritor, pintor, locutor de radio, publicista y presentador de TVM