LA PUERTA MÁGICA Por Miquel Segura Aguiló Publicado en "Última Hora" (Baleares), el 5 de octubre de 2010 |
"A veces sueño que regreso a aquellos años y puedo abrazar a mis padres, a mis abuelos, a mi amigo Edmundo, y a toda la gente buena que conocí y que un día se marchó". Estas sugerentes palabras son el pórtico del "Museo Digital de recuerdos compartidos", una maravilla virtual creada por el genio de Rafael Castillejo, un zaragozano nacido en 1952 que, al igual que tantas personas de nuestra generación, siente una nostalgia incurable por los tiempos de nuestra infancia, prácticamente los de la posguerra que, pese a la mala prensa que tienen actualmente, nos marcaron con un sello indeleble que el paso del tiempo ha convertido en una pátina dulce y temblorosa, como el beso de aquella primera novia que todos tuvimos y que nunca hemos olvidado. Si usted, amigo lector, pertenece a mi generación, le recomiendo una visita a la web de Rafael Castillejo: www.rafaelcastillejo.com. De ese modo accederá el Museo Digital de recuerdos compartidos. Se trata de un auténtico viaje a través del tiempo. Allí le esperan las películas de su infancia y adolescencia, la radio, la escuela, los cromos, los tebeos -con especial atención a la colección de "El Capitán Trueno", el héroe de mis días infantiles. Con un trabajo extraordinario y una paciencia infinita, Castillejo ha "reconstruido" un mundo que se nos fue y que -digan lo que digan los manipuladores de la historia- tampoco fue tan malo. Descubrir la puerta mágica que conduce a mis recuerdos del ayer supuso para mi una experiencia inolvidable y un motivo de reflexión personal. De repente, me sentí muy próximo a este señor de Zaragoza -su perfil está en Facebbok- apasionado de unos años -con su música, sus películas, su estética- que, pese a sus limitaciones políticas y culturales, tuvieron una enorme capacidad de seducción. Me alegré al comprobar que mi nostalgia no es una "patología" rara y de repente, sentí que también yo deseaba volver a abrazar a mis padres, a aquellos compañeros de colegio que un día desaparecieron de mi vida, con los que compartí las extraordinarias aventuras de un caballero español que recorrió el mundo entero acompañado de un gigantón tuerto y de un escudero rubio. Qué tiempos!
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